jueves, 5 de diciembre de 2013


 
INICIO DE LA REPUBLICA
 
¿CUANTOS AÑOS CREES QUE TIENE EL ECUADOR?

¿QUE RELIGION EXISTIO EN 1830?

La jornada del 13 de mayo de 1830, fecha en la que el Distrito del Sur de la Gran Colombia (actual Ecuador) dejo de pertenecer a la nación que mentalizo Simón Bolívar, la gran Colombia.

Al formalizarse la separación se dio paso a organizar un estado soberano e independiente. Entonces se redactó y suscribió el documento de separación del distrito del sur de la gran Colombia. Enseguida, Flores como general del Distrito Sur convoco a elecciones de diputados para el congreso constituyente en Riobamba el mismo año

 



 
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ECUADOR 

  

TITULO 2 (DERECHOS)  



TITULO 3 (GARANTIAS CONSTITUCIONALES)


TITULO 4 (PARTICIPACION Y ORGANIZACION DEL PODER)



TITULO 5 (ORGANIZAZION TERRITORIAL DEL ESTADO)



TITULO 6 (REGIMEN DE DESARROLLO)



TITULO 7 (REGIMEN DEL BUEN VIVIR)  

 


TITULO 8 (RELACIONES INTERNACIONALES)



TITULO 9 (SUPREMACIA DE LA CONSTITUCION)
                 (DISPOSICIONES TRANSITORIAS)

  
_______________________________________________




JUAN JOSE FLORES

  Nació el 19 de julio del año 1800, en Puerto Cabello, en el estado Carabobo (Venezuela) y desde edad muy temprana, pobre y con escasa instrucción, se sintió atraído por las milicias entrando a combatir del lado realista, para sentir luego inclinación por la causa revolucionaria, cuando cayó bajo su poder, ingresando como alférez. Es así, como con tan sólo 15 años comenzó a pelear en pos de la independencia colonial.

 En 1819, fue ascendido a Teniente Coronel, y el 1 de octubre de 1822, Simón Bolívar le concedió el grado de Coronel. En 1823 fue nombrado Gobernador de la provincia de Pasto.

El 21 de octubre de 1824, en la ciudad de Quito, contrajo enlace con Mercedes Jijón, que lo convertiría en padre de una docena de hijos. En 1828, ya había alcanzado el grado de General en Jefe del ejército.

En Tarqui, el 27 de febrero de 1829, venció a los peruanos, que querían separarse de la Gran Colombia. El 11 de agosto de 1830, suscribió con ese país, en Lima, el Tratado Pedemonte-Mosquera por el cual Perú veía reconocida su soberanía, pero sólo hasta la rivera sur del río Amazonas.


 Luego de desempeñarse como Prefecto del Departamento del Sur de la Gran Colombia, se sumó a Venezuela, en dejar trunco el sueño de Bolívar de una Gran Colombia, y el 13 de mayo de 1830 fue designado Jefe Supremo del nuevo estado de Ecuador, tras ser asesinado Sucre, a quien se veía como firme candidato para ese cargo. Las suspicacias hicieron crecer un rumor, no comprobado, que fue Flores el mentor del crimen. El mandato fue ejercido por Flores hasta el 14 de agosto, en que se convirtió en Presidente Provisional. Fue elegido por la Asamblea Constituyente reunida en Riobamba, primer Presidente Constitucional de Ecuador, el 11 de septiembre de 1830. Asumió el 22 de ese mes y año, desempeñando la Primera Magistratura hasta el 10 de septiembre de 1834, donde el país vio crecer su deuda externa ante una administración deficiente.
El 23 de septiembre de 1830 la Constitución sancionada por la Asamblea de Riobamba dividió a la República en tres departamentos: Quito, Guayaquil y Cuenca. Las provincias de Pasto, Popayan y Buenaventura, por su propia decisión se unieron a Ecuador. El departamento de Cauca fue incorporado primero por decreto, que luego confirmó el Congreso en 1831, lo que motivó una cuestión limítrofe con Nueva Granada, actual Colombia, donde a pesar de algunos triunfos, los ecuatorianos perdieron la ciudad de Pasto. En esa misma ciudad, se celebró un Tratado entre los países contendientes, el 8 de diciembre de 1832, donde se fijaron parcialmente los límites entre ellos, que estarían dados en forma natural, por el río Cachi.

Luego del gobierno de de Rocafuerte, el Congreso lo designó nuevamente Presidente de la República, cargo que desempeñó, eficazmente, desde el 1 de febrero de 1839 hasta el 15 de enero de 1843, con una política pacifista y liberal. Propendió a la educación, fundando escuelas, fomentó las actividades primarias y el desarrollo comercial e industrial. Mandó extender las vías férreas, y los astilleros de Guayaquil fabricaron el primer barco.

En política exterior ayudó a poner fin a un levantamiento interno en Colombia, y seguro de haber logrado suficiente consenso, logró que una Asamblea Constituyente dictara una nueva Constitución, la tercera, conocida como “Carta de Esclavitud”, donde acrecentaba su poder y se aseguraba la continuidad de su mandato, frente a la indignación de un amplio sector social.

 
Esto se concretó el 1 de abril de 1843, cuando esa misma Asamblea lo nombró nuevamente Presidente. El descontento de la población por la “Carta de Esclavitud” se acrecentó, cuando Flores impuso una contribución forzosa de tres pesos y cuatro reales
Desde varias provincias, entre ellas, Carchi, Chimborazo, Imbabura y Pichincha, se alzaron las fuerzas en contra del gobierno, conocidas como revolución marcista (por haber sucedido en el mes de marzo de 1845) que terminó con la renuncia de Flores, que sufrió el exilio, desde donde intentó frustradamente, realizar un golpe de estado, ayudado por la reina española María Cristina de Borbón para poner al frente del estado ecuatoriano al hijo de esta, Agustín Muñoz y Borbón.
Vivió durante mucho tiempo en Costa Rica, donde mantuvo una gran amistad con su presidente, José María Castro Madriz. Falleció el 1 de octubre de 1864, a causa de un ataque urémico, mientras se hallaba a bordo de una embarcación, en la isla de Puná. Sus restos descansan en la Catedral Metropolitana de Quito. Su hijo Antonio, también fue Presidente de Ecuador entre los años, 1888 y 1892.

¿Qué tan útil te pareció el artículo de Juan José Flores? ¿Tal vez necesitas más información? PARA MAS INFORMACION:
Artículos relacionados:

  1. http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Flores
  2. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/flores_juan_jose.htm
___________________________________________________________________________

EL QUITEÑO LIBRE

 
Lo peor que le puede pasar al género humano es perder la memoria histórica; o peor aún, creer que alguien más “le dará haciendo” su tarea; y poder así pasar a la comodidad de espectador; pero el paso del tiempo nos regala de vez en cuando, hombres, mujeres o instituciones que han sido referentes de lucha honesta y frontalidad; así, un 12 de mayo de 1833 circula el primer número del periódico ‘El Quiteño Libre’, semanario impreso en la gloriosa Universidad Central, cuyos objetivos se sintetizaron en: “La defensa de las leyes y libertades”, “denuncia de toda clase de arbitrariedades, dilapidación y pillaje de la hacienda pública”, “defender a los oprimidos y atacar a los opresores”.
 
 
Pedro Moncayo, Francisco Hall, Barrera, Sáenz, entre otros, formaron parte de esta sociedad, decidida a enfrentar a un Juan José Flores, extasiado precisamente en el pillaje de los fondos estatales. Flores, hábil estratega, trató de halagar y comprar a los redactores del periódico, como se había hecho con otros medios, pero al ser una tarea infructuosa, emprendió contra El Quiteño Libre’ valiéndose de periódicos creados por él como: ‘Gaceta del Ecuador’, ‘El amigo del Orden”, “El Investigador”, “El Ciudadano” (¡ah no!, perdón el lapsus, éste no). Incluso en una edición de El Investigador acusaba a los redactores del periódico opositor de “poner en estado de inquietud a la patria”; y, siendo así, “no le queda al Ejecutivo otro recurso que proceder, por su propia conciencia” en contra de todos aquellos que “vejan e injurian al gobierno”. Pero no hay nada que quede oculto a la verdad y, cuando esta cerraba el paso a los corruptos, una tropa lanceó a los opositores cerca de la Catedral. El cuerpo de Francisco Hall apareció colgado de un poste en San Francisco. Flores no lo presenció, no fue testigo, pero fue el cerebro de estas matanzas; tiempo después, la joven República presenciaba el resultado del poder absoluto, la Constitución llamada Carta de la Esclavitud, que intentó eternizar a Flores en el poder.
 
____________________________________________________________________________
 
                   REVOLUCION DE LOS CHIHUAHUAS            
 
 La llamada “Revolución de los Chihuahuas” fue una de esas desventuradas hazañas guerreras de los primeros años de nuestra vida republicana, y constituye uno de los capítulos más importantes de la historia nacional. Comenzó a gestarse cuando el Congreso de 1833, en sesión a la que no concurrió Vicente Rocafuerte -entonces diputado por la Provincia de Guayaquil- concedió al Gral. Juan José Flores, Presidente de la República, facultades extraordinarias para gobernar al país. Al conocer de esto, Rocafuerte dirigió una furibunda comunicación a los miembros del Congreso que habían concedido dichas facultades al Gral. Flores, diciéndoles, entre otras cosas: “...no puedo conformarme, ni me conformaré jamás, con esta providencia inconstitucional, injusta e ilegal, dictada por la facción liberticida que compone la mayoría del congreso y vendida al infame Ministerio que oprime, veja y tiraniza al Ecuador

La llamada “Revolución de los Chihuahuas” fue una de esas desventuradas hazañas guerreras de los primeros años de nuestra vida republicana, y constituye uno de los capítulos más importantes de la historia nacional. Comenzó a gestarse cuando el Congreso de 1833, en sesión a la que no concurrió Vicente Rocafuerte -entonces diputado por la Provincia de Guayaquil- concedió al Gral. Juan José Flores,


Presidente de la República, facultades extraordinarias para gobernar al país. Al conocer de esto, Rocafuerte dirigió una furibunda comunicación a los miembros del Congreso que habían concedido dichas facultades al Gral. Flores, diciéndoles, entre otras cosas: “...no puedo conformarme, ni me conformaré jamás, con esta providencia inconstitucional, injusta e ilegal, dictada por la facción liberticida que compone la mayoría del congreso y vendida al infame Ministerio que oprime, veja y tiraniza al Ecuador”. 

El Congreso -adepto a Flores- no pudiendo responder con entereza las acusaciones de Rocafuerte, luego de privarlo de su calidad de legislador dispuso que sea desterrado al Perú. Poco tiempo después de haberse clausurado las sesiones del Congreso, Flores ordenó también el destierro de 27 oficiales que habían colaborado con el Gral. Luis Urdaneta en su intento revolucionario por derrocarlo; ante esta situación, los afectados se confabularon y nombraron al Coronel. Pedro Mena –comandante de la guarnición de Guayaquil- como jefe de la revolución que se inició el 12 de octubre de ese mismo año, 1833.

Como la revolución tenía origen militar, pero no tenía cabeza política, alguien insinuó buscar a Rocafuerte, que por esos días marchaba desterrado al Perú. La idea fue recibida con agrado por los revolucionarios que se movilizaron y le dieron alcance en Naranjal, donde luego de liberarlo de sus captores fue puesto al frente de la revolución, y de inmediato volvió a Guayaquil donde el 18 de octubre entró triunfalmente entre aclamaciones. La revolución adoptó entonces el nombre de “Chihuahuas”, puesto que este fue el nombre que se le diera a los simpatizantes de Rocafuerte, en vista de que este había servido durante algunos años a las causas libertarias en México.

 
 

Inmediatamente se reunió un Cabildo Abierto en la Municipalidad al que asistieron los ciudadanos más respetables, quienes procedieron a nombrar a Rocafuerte con el título de Jefe Supremo. Guayaquil se convertía entonces en el primer bastión nacional en la lucha contra de la dominación extranjera; y esto era natural, “El Odio que había engendrado en las poblaciones del litoral la violenta incorporación a Colombia en 1822, precedida y seguida en las intrigas y excesos que ya se han iniciado, no se había extinguido, por el contrario, se había avivado en cuantas ocasiones se presentaban los medios para sacudir un yugo extranjero que se creía, y no sin razón insoportable”

Para entonces el día 20 habían aparecido en Quito –colgados de los faroles- los cuerpos desnudos de Albán, Echanique, Hall, y otros miembros de “El Quiteño Libre”, que respaldaban la revolución en contra de Flores. Luego de que el Gral. Otamendi se tomara Babahoyo en donde destrozó a las fuerzas revolucionarias, Flores marchó sobre Guayaquil que el 24 de septiembre cayó sin ofrecer mayor resistencia. Mena buscó entonces seguridad en la fragata “Colombia”, anclada en el río Guayas, mientras Rocafuerte se asilaba en la fragata de guerra norteamericana “Fairfield”, cuyo capitán negó la petición de extradición que le hiciera el propio Flores.

Acosados por Flores, Rocafuerte y Mena se refugiaron en la isla Puná donde establecieron su cuartel general, contando con la poderosa fragata “Colombia”, fuertemente artillada, 5 goletas bien armadas y 600 hombres debidamente apertrechados. Entonces y en su condición de Jefe Supremo, Rocafuerte decretó el bloqueo de Guayaquil, que fracasó, y en enero de 1834 viajó al Perú en busca de respaldo económico y militar, habiendo logrado un empréstito para la campaña y alguna ayuda militar. Sin la dirección inteligente de Rocafuerte, las tropas revolucionarias se desparramaron en guerrillas por las provincias de Guayas y Manabí cometiendo toda clase de abusos y fechorías, por lo que el pueblo se resintió contra ellas.

El río Guayas, con sus afluentes el Daule y el Babahoyo, fueron escenarios de varias escaramuzas y serios combates navales librados entre la “Colombia” y sus fuerzas sutiles, contra las naves gobiernistas. Las pérdidas de vidas humanas, de una y otra parte, fueron enormes en relación al número de combatientes; pues como sucede en estos casos, se tomaron muy pocos prisioneros. En tierra también se libraron sangrientos enfrentamientos, como el que protagonizaron las fuerzas “chihuaguas” del Coronel. Agustín Franco, que en febrero de 1834 sorprendieron al comandante Cifuentes y destrozaron una columna gobiernista en las cercanías de Yaguachi.

Ya para entonces –y haciéndole eco a Guayaquil- la revolución había empezado a extenderse por todo el resto del país; fue por eso que el 12 de junio Quito desconoció al gobierno de Flores y proclamó la Jefatura Suprema del Dr. José Félix Valdivieso. Las cosas se habían puesto muy difíciles a Flores cuando el Coronel. Mena, que veía con recelo y envidiaba el talento de Rocafuerte, traicionó la revolución y brindó al Gral. Otamendi –mano derecha de Flores- todas las facilidades para que invada la isla Puná y lo pueda tomar preso con sus principales colaboradores. El 18 de junio de 1834, Rocafuerte y sus asistentes ya estaban en poder de Flores, y la Revolución de los Chihuahuas llegaba a su fin.

 

De acuerdo con el sistema político y militar establecido en esos primeros años de la República, Flores pudo haber ordenado el fusilamiento de Rocafuerte acusándolo de intentar derrocar al gobierno; pero reconociendo en él a un ecuatoriano de la más alta valía, prefirió una reconciliación con su enemigo, a quien dio toda clase de garantías y respaldo, y el 1 de septiembre declinó el Poder y entregó a Rocafuerte el mando civil y militar de Guayaquil, con el encargo de ejercer dichas funciones hasta que se instale una nueva Asamblea representada por los tres distritos, esto es, Guayaquil, Quito y Cuenca. Al retirarse Flores de la presidencia, la República del Ecuador, nacida bajo sus auspicios, quedó abocada a una de las peores crisis de toda su historia, pues dos voluntades de poder quedaron frente a frente: la de los viejos autonomistas quiteños, con Valdivieso a la cabeza; y la de los guayaquileños, con Rocafuerte... Ambos grupos eran caudillistas; se habían apoyado en fuerzas extranjeras, o consideradas como tales; no ofrecían nada y lo pedían todo... el país quedó fraccionado, al borde mismo de una nueva guerra civil” Para entonces, casi todo el país estaba en manos de los “restauradores” y Rocafuerte era apenas Jefe Supremo de Guayaquil; pero Flores, acostumbrado a convertir derrotas en fulminantes triunfos, reorganizó su ejército que estaba casi desarticulado invitando a la juventud guayaquileña a formar parte de él, y al mando del llamado “Ejército Convencional”, marcho hacia el interior para enfrentar al ejército de Quito que -al mando del Gral. Isidoro Barriga- avanzaba hacia la costa para someter al último bastión que se mantenía autónomo: Guayaquil. Poco a poco, durante seis meses, Flores obligó a los “restauradores” a replegarse hacia la sierra, hasta que el 19 de enero de 1835, en los campos de Miñarica, cerca de Ambato, los ejércitos de los generales Flores y Barriga libraron la batalla que definió el destino del país. Ese día, Flores triunfó, y Rocafuerte fue confirmado como Jefe Supremo de la República.

 

 
 
_____________________________________________________________
 
 

VICENTE ROCAFUERTE
Nació en Guayaquil, el 1 de mayo de 1783, en el seno de una familia de clase alta, constituida por el capitán Juan Antonio de Rocafuerte y doña Josefa de Bejarano y Lavayen.
Se educó en los mejores colegios europeos, desde la edad de 10 años, incluyendo una estadía en Madrid, donde se formó en el colegio de nobles y luego se perfeccionó en el colegio San Germán, de París estudios que complementó en 1807.

 

En 1808, regresó a su patria, cuando las ideas revolucionarias comenzaban a encenderse. El 10 de agosto de 1809, se produjo la revolución quiteña, que creó una Junta de Gobierno que duró tres meses, pero que iniciaba la gesta de la emancipación con respecto al dominio español. Sin embargo, surgían lazos con la Gran Colombia, concretados luego de la batalla de Pichincha, el 24 de mayo de 1822, donde se afianzó la libertad con respecto a la Metrópoli. Los lazos con la Gran Colombia se romperían en 1830.
Fue Alcalde de Guayaquil, y diputado por ella, en 1813 ante las Cortes de Cádiz. Allí, protagonizó un incidente, al negarse a besar las manos del rey, y fue puesto preso. Logró evadirse hacia Francia y recorrió todo el continente europeo.

En 1816, partió hacia La Habana (Cuba) y desde allí, de regreso a Guayaquil. En 1819 fue a Lima, trabajando en la comercialización de tabaco, y posteriormente se radicó en Cuba, donde abrazó el oficio de periodista. Luchó fervientemente para liberar a las colonias americanas de la dominación hispánica, participando en misiones secretas, como la que realizó en España en 1820, para indagar las posibilidades de la revolución, y sus acciones en México, donde sufrió la cárcel por sus escritos polémicos: “Ensayo sobre la tolerancia religiosa” y el “Fénix de la libertad”.

Se trasladó a Colombia, donde se distanció de Simón Bolívar, que anhelaba una América unida, y obtenida ya la separación definitiva de Ecuador de la Gran Colombia, en 1830, en 1833, se instaló en Guayaquil. Una vez lograda la emancipación, el Congreso Nacional, lo contó como diputado por la provincia de Pichincha. El presidente Juan José Flores, recibió por parte del Congreso, facultades extraordinarias, lo que originó con Rocafuerte serias disputas, que motivaron que Flores lo exiliara en Perú.
Vuelto a Ecuador, el 20 de septiembre de 1833 fue designado Gobernador de la Provincia del Guayas. Sin embargo, los conflictos con el presidente Flores continuaron, y tras ser vencido en la isla de Puná y encarcelado, pactó con el Jefe de estado una salida beneficiosa para ambos. Flores completaría pacíficamente su gobierno, luego del cual asumiría Rocafuerte, mientras Flores proseguiría en el mando militar.  El 18 de septiembre de 1834, fue designado por Guayaquil, Jefe Supremo hasta la reunión del Congreso, que se concretó el 22 de junio de 1835, en Ambato. Fue excomulgado por excluir al clero de esta convocatoria. Lejos de amedrentarse, condenó al destierro a numerosos miembros de la iglesia.
 

Tal como fuera previsto, Rocafuerte asumió, luego de su designación interina, como Presidente constitucional, ejerciendo el poder entre 1835 y 1839. Hombre de carácter fuerte no dudó en actuar con todo rigor frente a sus opositores, dictando una nueva Constitución en 1835, y realizando una política seria y responsable en materia educativa, creando escuelas, entre ellas, un colegio para mujeres, la Escuela Náutica de Guayaquil, el Colegio Militar de Quito, museos, mejorando la calidad de las cátedras universitarias, acordes a los nuevos tiempos, construyendo caminos, vías, iglesias, la Guardia Nacional, una Compañía de Bomberos en Guayaquil, protegiendo la industria, el comercio y la población aborigen.
En 1839, Flores ocupó el mando nuevamente, y Rocafuerte, el cargo de gobernador de Guayas. Participó en la discusión de la reforma constitucional de 1843, conocida como “Carta de Esclavitud”, que perpetuaba a Flores en el poder, permitiendo su continuidad por otros ocho años, a lo que se opuso con energía, y cuando Flores asumió por tercera vez, Rocafuerte se exilió en forma voluntaria, en Lima. El 6 de marzo de 1845, junto a Vicente Ramón Roca, lograron vencer a Flores.
La presidencia fue ocupada por Roca, en 1845, quien nombró a Rocafuerte, delegado en varios estados de Sudamérica. Su deceso se produjo en Lima, donde ejercía como Ministro Plenipotenciario de Ecuador, el 16 de mayo de 1847.
 
 


 PERIODOS PRESIDENCIALES
1)   PRIMER PERIODO
2)   SEGUNDO PERIODO
3)   TERCER PERIODO

 


_______________________________________________________________
 
BATALLA DE MIÑARICA

 
El 18 de enero de 1835, después de que se movió con buena táctica por el lado occidental de la cordillera, Flores engañó a Barriga con un falso movimiento hacia Latacunga, obligándolo a salir de sus posiciones, volvió a tiempo para ocupar Ambato, abandonada por el enemigo, y escogió su campo en los arenales de Miñarica, desde donde se parapetó tras una colina...
Flores tenía menos hombres. En total, no llegaban ambos ejércitos a tres mil. Y hubo novecientos muertos. En realidad, una vez lanzada la carga final y sorpresiva, cuando los soldados de Barriga trepaban la colina, Miñarica fue un campo de carnicería, más que de batalla, en el que el General mulato Juan Otamendi se distinguiría como siempre por su ferocidad.
 
Sin embargo, Miñarica es una de las grandes fechas del calendario de nuestra nacionalidad, pues, de no haber vencido Flores ese día, más que probablemente el Estado ecuatoriano hubiera desaparecido entre Colombia y el Perú.
 
Alfredo Pareja Diezcanseco Ecuador, Historia de la República, Tomo I, p. 88


__________________________________________________________________________________


EL MOVIMIENTO MARCISTA
 
La Revolución marcista, también conocida por varios autores como la Revolución de Marzo o la Revolución de 1845, se desarrolló entre el
6 de marzo y 17 de junio de 1845 y fue un movimiento armado revolucionario en Ecuador que enfrentó a las fuerzas en apoyo al presidente Juan José Flores y a las facciones rebeldes opositoras marcistas. Esta revolución es el primer movimiento armado que se dio en el país desde su creación en 1830. Se inició en la ciudad de Guayaquil y finalizó en la hacienda La Virginia en los alrededores de Babahoyo. La revolución se inició el 6 de marzo en Guayaquil debido a la mala administración del general Juan José Flores en calidad de presidente de la nación. Los personajes principales dentro de la organización del movimiento fueron Vicente Ramón Roca, Diego Noboa y José Joaquín de Olmedo



También se encuentra la figura de Vicente Rocafuerte, aunque varias veces hubo diálogos entre él y Flores y cual en repetidas ocasiones hubo alianzas entre ellos, fue uno de los pilares principales para el derrocamiento de Flores. El movimiento armado estuvo liderado por el general Antonio Elizalde, sin embargo luego a nivel nacional tomaría gran importancia las acciones de José María Urbina y Viteri. Después de la derrota que sufrieron las fuerzas floreanas bajo el mando de Carlos Wright en la hacienda La Elvira, Flores tuvo que rendirse tras la creación de un gobierno provisional en todo el país que desconocía su autoridad por medio del golpe de estado. Finalmente el 17 de junio se firma un tratado por lo cual quedó oficialmente asentada la capitulación de Flores, y marcaría el inicio de una nueva forma de gobierno en el país de carácter civilista-militar conocida como período marcista.

 

 

 

 
El derrocamiento del general venezolano Juan José Flores significó el comienzo de una nueva etapa en la política ecuatoriana, denominada "período marcista". Tras los Convenios de la Virginia, se instauró oficialmente el gobierno provisorio que se había levantado en Guayaquil con anterioridad. El triunvirato de José Joaquín de Olmedo, Vicente Ramón Roca y Diego Noboa gobernó desde el 18 de de 1845 hasta el 8 de diciembre de ese mismo año.

Durante el triunvirato se convocó a una Convención Nacional (asamblea constituyente) en la ciudad de Cuenca. La Convención Nacional estuvo presidida por Pablo Merino y redactó la cuarta constitución de Ecuador, reemplazando a la "Carta de la Esclavitud". Finalmente el 29 de octubre se dictó la nueva carta magna y se anularon los Tratados de la Virginia con el general Flores. La bandera nacional sufrió cambios menores en aquel año.

La decisión de anular los tratados causó que el general Flores tratase de invadir al Ecuador con ayuda de España, lo cual no prosperó al no conseguir el apoyo requerido. El triunvirato se disolvió el 8 de diciembre cuando se eligió para la presidencia a Vicente Ramón Roca, al haber sido electo por la asamblea con 27 votos a favor, contra los 13 restantes que fueron otorgados a José Joaquín de Olmedo.

El gobierno de Roca inició la etapa civilista del período del marcismo la cual duró solo 5 años hasta la llegada del general José María Urbina al poder, con lo cual se reinstauró el militarismo (aunque nacional, a diferencia del extranjero del floreanismo) tras un golpe de estado a Diego Noboa en 1851. Sin embargo el período marcista duraría hasta 1861, tras la llegada a la presidencia de Gabriel García Moreno, con lo cual se instauró un nuevo modelo de gobierno de carácter conservador.

 
Las causas que determinaron la preparación del movimiento fueron los repetidos errores políticos de Flores y su abierta actitud regionalista dirigida a impedir el desarrollo armónico de la Costa, incluido Guayaquil
 
 
 
 




EL CONVENIO DE LA VIRGINIA

Como consecuencia de la Revolución Marcista y del Combate de La Elvira con que se puso fin a la dominación política y militar del Gral. Juan José Flores, se celebró en la hacienda La Virginia -propiedad del Dr. José Joaquín Olmedo- una entrevista entre las partes beligerantes, que acordaron firmar un convenio o tratado que pusiera fin a las luchas armadas, garantizando la paz entre ambos bandos y, sobre todo, la situación del ejército y las personas que habían servido al régimen floreano.

En efecto, el 17 de junio de 1845, con la intervención de los señores Pablo Merino, Pedro Carbo y Juan Francisco Millán, por el Gobierno Provisional de Guayaquil; y los señores Juan Hipólito Soulín, Carlos Vincendon y Francisco Gaviño, a nombre del Gral. Flores; se firmó un tratado o convenio que en sus artículos fundamentales establecía que:

«...Los generales, jefes y oficiales de las fuerzas del mando del Gral. Flores, que el Gobierno Provisorio no considere necesarios al servicio, se retirarán a sus casas o al punto que mejor les convenga establecerse, con los honores que les corresponde y sus pensiones, según sus letras de cuartel o retiro...

...Ninguna persona será molestada por sus opiniones pasadas, ni por los servicios que hubiese prestado a los beligerantes...»

Al día siguiente este convenio fue ratificado por los señores José Joaquín Olmedo, Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, miembros del Gobierno Provisorio, y por el propio Gral. Flores, destacándose, en la parte referente a la situación particular de Flores lo siguiente:

«...garantizar su empleo de General en Jefe, sus honores y rentas...

...garantizar sus propiedades particulares...

...proporcionarle la cantidad de veinte mil pesos para que pueda subsistir en Europa durante dos años...

...guardar a su familia las debidas consideraciones y pagar a su legítima esposa la mitad del sueldo que disfruta...

y la seguridad de que pasados los dos años de espontánea ausencia del país, pueda volver a él, sin que se oponga el menor embarazo...»

Desgraciadamente para los gestores de la Revolución Marcista, ninguno de los puntos establecidos en estos convenios fueron respetados y, por el contrario, los quince años de gobiernos marcistas, sucedidos entre 1845 y 1860, persiguieron implacablemente al «Padre de la Patria», a quien le negaron inclusive el grado de General que legítimamente había alcanzado en las luchas por la independencia. La persecución en su contra alcanzó a su familia, que fue desterrada, y a sus bienes, que le fueron incautados.
 

FUENTE: http://www.enciclopediadelecuador.com/temasOpt.php?Ind=2407&Let=

 

 
 

__________________________________________________________________
 
DIEGO NOBOA ARTEAGA ( 1789 - 1870)
 
"El movimiento de 1851 contra Noboa fue la derrota del civilismo y la negación de los fundamentos del Seis de Marzo". (Julio Tobar Donoso)
PRESIDENCIA DE DIEGO NOBOA Y ARTETA Jefe Supremo de Guayaquil: 2 de marzo a 7 de diciembre de 1850. Presidente Interino: 8 de diciembre de 1850 a 25 de febrero de 1851. Período Presidencial: 26 de febrero a 12 de septiembre de 1851. Primera Dama: Josefa Carbo Noboa. Vicepresidente: el cargo fue abolido en la Constitución de 1851.

Diego Noboa
UN HOMBRE JUSTO
Diego Noboa fue "un hombre justo, que tuvo la sencillez de la paloma sin poseer la malicia de la serpiente. Cometió la grave falta de desconocer su incompetencia y dejarse tentar por el mando -prestando su nombre para que sirviera de pantalla al astuto". Así lo juzga Jacinto Jijón y Caamaño, ideólogo del Partido Conservador.

Noboa nació en Guayaquil en 1789, "un día que Dios estuvo enfermo, grave". Su padre, Ignacio Noboa, era coronel de infantería de Milicias. Ana de Arteta, su madre, tenía vínculos de sangre con familias quiteñas que idolatrarían a Flores. Intervino con tal fervor en la revolución del Nueve de Octubre de 1820 que le comisionaron para organizar la Junta de Gobierno en Manabí Obtuvo la administración de Renta de Tabacos, pasó a la de Alcabalas y llegó a contador Mayor del Departamento del Guayas en la Gran Colombia. Cuando fungió de comisario de Guerra y Marina en 1824, envió tropas para sellar la independencia de Perú y fue condecorado por el Congreso de ese país. Sirvió a la República como senador en varias legislaturas y en la de 1839 presidió el Senado. Integró el Gobierno Pro- visorio constituido a raíz de la Revolución Marcista. Quiso entrar por la puerta a la presidencia de la República en 1849, pero no consiguió los votos necesarios. Le cupo entrar por la ventana. Con su nombramiento de jefe supremo del Guayas, en marzo de 1850, se trizó el espejo de la unidad nacional marcista. De nuevo había dos naciones, dos gobiernos contrapuestos. Noboa y Ascásubi buscaron un arreglo pacífico que no cuajó. Entre sobresaltos guerreros las provincias se iban pronunciando por Noboa.







Quito lo hizo el 10 de junio. "Las sagradas leyes de la moral son igualmente severas con todos los partidos políticos, y cualquiera que sea aquél que para derrocar una autoridad legítima apelare a las peligrosas vías de hecho, merecerá siempre la justa reprobación del hombre de bien", sentenció Ascásubi al dejar el poder. Su retiro parecía abrir el camino de la paz, pero no fue así. Azuay, Loja y Manabí se adhirieron al pronunciamiento de Guayaquil el 14 de junio, pero dieron el mando al general Elizalde. Otra vez se enfrentaban dos autoridades supremas. Primó, empero, el sentido común y ambos jefes de Gobierno se comprometieron a convocar una Convención para el 8 de diciembre en Quito ("Convenio de La Florida", a orillas del Daule). La Convención eligió a Noboa presidente interino por 23 votos contra dos de Elizalde y promulgó la quinta Carta Política, inspirada en un proyecto escrito por Pedro Carbo, sobrino de Noboa. De esa Carta dijo Urvina que "era un compendio incoherente de todas las constituciones que han podido traerse a la mano". Sancionada la Constitución, Noboa fue ratificado en su cargo el 26 de febrero de 1851. Noboa desterró a los roquistas, entre ellos al ex presidente Roca y al general Elizalde. Suprimió del escalafón a 163 militares, expulsó del Ejército a los elizaldistas y los reemplazó con militares floreanos caídos en desgracia. Tras "la cruz" del devoto Noboa estaba el "diablo" de Urvina ocultando su cola serpentina, aparentando neutralidad, preparando su ascenso al poder, difundiendo rumores de que Noboa iba a resucitar el floreanismo. En efecto, Flores acababa de llegar a Lima. El presidente peruano general José Rufino Echenique le había otorgado una pensión de subsistencia y lo apoyaba en los proyectos de invadir Ecuador. Echenique temía "el rojismo anticlerical" de Nueva Granada y de Urvina. Los temores de Echenique se confirmaron cuando el presidente colombiano José Hilario López expulsó de la Nueva Granada a los miembros de la Compañía de Jesús (jesuitas). García Moreno, que había hablado en Panamá con algunos de los desterrados, los persuadió de que serían bien recibidos en Ecuador. El pueblo y la aristocracia se alegraron con la llegada de los padres; pero no algunos clérigos y políticos, entre éstos Urvina. Los unos recordaban admirados la obra educativa de los jesuitas en la Colonia y las famosas misiones del Marañón. Los otros traían a la memoria la avidez de los jesuitas que los había convertido en los más grandes latifundistas de la Real Audiencia de Quito, razón por la que temían que los compañeros de Jesús se constituyeran en el soporte ideológico del conservadorismo. Noboa solicitó a la Convención que autorizara la admisión de los jesuitas. Y así se hizo. Regresaban al país a los 84 años de haber sido expulsados de la Audiencia por el liberal e ilustrado Carlos III de España. El presidente López temía que los jesuitas admitidos en Ecuador apoyaran a los conservadores colombianos que conspiraban contra su gobierno. Al saber que Noboa había ayudado a dos de esos conspiradores en Pasto y admitido a los jesuitas desterrados, obtuvo el 16 de mayo de 1851 autorización del Congreso Neogranadino para declarar la guerra a Ecuador. Noboa envió una circular a las cancillerias de Perú, Bolivia y Chile para formar un frente común contra López. En junio de 1851 el Congreso le otorgó las extraordinarias so pretexto de la amenaza de guerra. Urvina vio que la fruta estaba por caer: aduciendo que Noboa había comprometido la integridad nacional, se proclamó, apoyado por la guarnición de Guayaquil, jefe supremo de la República el 19 de julio de 1851. Noboa terminó su mandato ingenuamente. Viajaba a Guayaquil y no alcanzó a llegar a la ciudad. Lo apresaron en el barquito en que habla zarpado de Babahoyo y lo llevaron sin más complicaciones a un buque norteamericano que lo depositó en Callao. Cuatro años después regresó del destierro, pero nunca más volvió a la política. Murió el 3 de noviembre de 1870 a los 81 años de edad.




 

 ¿FUE POSITIVO O NEGATIVO ESTE PERIODO DEL ECUADOR?

 

José María Urbina
(Quito, 1808 - Guayaquil, 1891) Militar y político ecuatoriano, presidente de la República entre 1851 y 1858. Cuando contaba con apenas trece años, abandonó el colegio y marchó a Guayaquil para ponerse a las órdenes del general Illingworth.
Permaneció por algún tiempo en la Escuela Naval, desde donde salió para ingresar en la Comandancia del Apostadero; más tarde sirvió de nuevo a las órdenes de Illingworth en el sitio de El Callao y con el general Wright a bordo de la goleta Guayaquileña, en la que resultó herido en un combate naval el 31 de agosto de 1828 y fue ascendido a alférez.
Participó en la campaña contra Urdaneta, y posteriormente fue enviado a Bogotá como miembro de una misión diplomática. Permaneció en esta ciudad hasta 1837, fecha en la que fue retirado por el presidente Rocafuerte. De regreso en Ecuador, y despechado por su cese, fraguó junto a Otamendi una conspiración que fue descubierta, lo que le valió el destierro a Nueva Granada.
En 1839 regresó a su país y fue elegido gobernador de la provincia de Manabí. Desde este cargo, participó en la revolución del 6 de marzo de 1845 al frente de las tropas que detuvieron la contrarrevolución. Tras el derrocamiento de Juan José Flores y el ascenso al poder de Vicente Ramón Roca, Urbina fue designado como ministro general del Guayas y senador suplente por Manasí.


En 1850 dirigió una nueva revuelta que depuso a Manuel Ascásubi. Fue entonces elegido como jefe supremo de la República entre 1851 y 1856. Durante su mandato presidencial, se abolió la esclavitud; se rechazó la invasión de Flores de 1852; se realizó un acuerdo equitativo de la deuda exterior del país con Gran Bretaña y se respetó la libertad de imprenta.
Cuando en 1861 Gabriel García Moreno fue elegido presidente de la República, Urbino tuvo que exiliarse en Perú. Desde allí intentó sin éxito invadir Ecuador en 1865, por lo que tuvo que regresar a Perú, donde permaneció hasta un año después de la muerte de García Moreno, en 1875. Bajo la presidencia de Ignacio de Veintemilla Urbina fue nombrado general en jefe y director de la Guerra, y se puso al frente del ejército revolucionario de Veintemilla.
En 1878 fue elegido diputado para la Asamblea Constituyente y presidente de la misma. En 1882 Veintemilla se hizo proclamar dictador, lo que causó el rechazo de Urbina, que en protesta se retiró de la vida política. Casi una década después murió en Guayaquil.
 

 
¿QUE OPINAS DE SU PRESIDENCIA?
FRANCISCO ROBLES
 
Séptimo presidente que gobernó constitucionalmente el Ecuador.
 
Periodo Presidencial.- Desde el 16 de Octubre de 1856 al 01 de Mayo de 1859.
 
Biografía.- Nació en Guayaquil el 05 de Mayo de 1811. En 1856 las Juntas Electorales eligieron al Gral. Robles como presidente en un claro sufragio fraudulento corroborado por su aliado y amigo el Gral. Urbina (presidente saliente) a quienes incluso los denominaban los hermanos gemelos. Su administración empezó a tambalear al momento que se supo que cedió derechos por un millón de hectáreas de la costa y Amazonía ecuatoriana al gobierno Ingles con el fin de pagar las deudas contraídas con ese país para la emancipación, lo que provoco ataques dirigidos por el Congreso Nacional encabezado por García Moreno, además esta actitud de Robles trajo mas reclamos del gobierno del Perú quien consideraba suyo los territorios Amazónicos. E inmediatamente comenzó la invasión hacia nuestro territorio. Robles traslado su gobierno a Guayaquil como estrategia para evitar la invasión peruana; aprovechando esta situación en Quito se establece un gobierno provisional dirigido por Gabriel García Moreno, Jerónimo Carrión y Pacífico Chiriboga, desconociendo al gobierno de Robles. Así Robles y Urbina se ven abandonados renuncian a sus cargos y se exilian en Chile. En Guayaquil el Gral. Guillermo Franco (compadre de Robles) se proclama Jefe Supremo con la ayuda del Presidente peruano Ramón Castilla y firman un tratado que reconocía a favor del Perú vastos territorios Amazónicos, sin embargo el Congreso peruano no reconoció mencionado tratado por cuanto la situación de nuestro Ecuador era tan precaria que incluso hubo conversaciones entre los gobiernos de Colombia y Perú para la repartición de nuestro territorio, de esta forma García Moreno pidió el protectorado del Ecuador a Francia pero esta no aceptó, de esta forma comienza la lucha contra Franco y Castilla encabezada por el propio García Moreno pero la situación era tan desfavorable que olvidando viejos rencores recurre a la ayuda del Gral. Juan José Flores quien brindas su contingente logrando vencer a los enemigos. Murió en Guayaquil el 07 de Marzo de 1893.
 
 
Obras importante.- Construyó varia obras marítimas y carreteras. Fundó el Instituto Científico de Latacunga en 1857, el Loja el Colegio la Unión; el Instituto de Señoritas Loja en 1858; los Colegios Bolívar de Ambato y Benigno Malo de Cuenca; se multiplicaron los planteles de instrucción primaria. Pero no mejoro la calidad de la educación. Dispuso que los abogados de pobres y agentes fiscales debieran defender gratuitamente al indio del interior. Se establecieron las hermanas de la Caridad. Fue aprobado el código civil que entró en vigencia en 1861. Después del terremoto que asolo a Quito en marzo de 1859, Robles dispuso la reparación de los daños causados
 

 

 

FUENTE: http://ecuadorpresidencial.blogspot.com/
 
En 1857, el gobierno ecuatoriano encabezado por Francisco Robles celebró un convenio con sus acreedores británicos adjudicándoles en pago territorios de Quijos y Canelos, que Perú reconocia como suyos, de acuerdo a la Real Cédula de 1802 y el tratado Larrea - Gual firmado con la Gran Colombia. Tras varios intercambios de notas la situación se puso tensa y se llegó al rompimiento de relaciones diplomáticas. Esto, sumado a otros asuntos internos, hacen que el presidente Francisco Robles renuncie a su cargo el 1 de mayo de 1859, dejando inestabilidad política en el país, con lo cual se crean varias Jefaturas Supremas. En medio de la crisis interna, las fuerzas navales peruanas bloquean el Golfo de Guayaquil y varios otros puntos en el Ecuador.Gabriel García Moreno toma el liderazgo desde Quito, mientras que Guillermo Franco Herrera asume el poder desde Guayaquil.
El presidente peruano Ramón Castilla intenta conferenciar con García Moreno, sin éxito. Tras el bloqueo naval peruano y la ocupación de Guayaquil el 7 de enero de 1860, el presidente Castilla dialoga con Guillermo Franco, Jefe Supremo del Guayas, a quien luego reconoce como presidente del Ecuador y firma el Tratado de Mapasingue el 25 de enero de 1860, en el cual se reconocía como peruanos los territorios dados en pago a los britanicos, por lo que todas las tropas expedicionarias peruanas regresaron al Callao el 19 de febrero de 1860, dejando a las fuerzas de Franco tres mil fusiles de aguja, uniformes y zapatos.
Acusando de traidor a Franco, García Moreno preparó al ejército y obtuvo ayuda de su anterior enemigo, el general Juan José Flores, y estalló una guerra interna en el Ecuador. Tras varios enfrentamientos bélicos, las fuerzas de García Moreno logran acordonar a las tropas de Franco en Guayaquil, dándose la batalla final en dicha ciudad.
El presidente Ramón Castilla, al ver que no existirían avances en las negociaciones con García Moreno, inició diálogos con Guillermo Franco entrevistándose ambos en primera instancia en el vapor peruano Tumbes. Después de varios acuerdos, un ejército peruano conformado por 5.000 hombres desembarcó en territorio ecuatoriano y se prestó a tomar las haciendas de Mapasingue, Tornero y Buijo el 8 de noviembre de 1859. Posteriormente, el 7 de enero de 1860, las tropas peruanas ocupan Guayaquil. Finalmente, ambos mandatarios firmaron el Tratado de Mapasingue, también llamado "Tratado Franco-Castilla", el 25 de enero de 1860.
 
FUENTE: http://razonyfuerza.mforos.com/549916/11028236-invasion-peruana-a-guayaquil-1860/
 
 
LINEA DEL TIEMPO DE LA HISTORIA REPUBLICANA
 

 
 


HISTORIA REPUBLICANA DEL ECUADOR on Dipity.


Wordle: rafafafafafafaffafafa






EL TRATADO DE MAPASINGUE


El tratado de Mapasingue fue un tratado de límites entre Ecuador y Perú, firmado por el presidente del Perú Mariscal Ramón Castilla, y el presidente ecuatoriano Guillermo Franco Herrera.
 
 
El presidente peruano, Castilla había iniciado una invasión al Ecuador, con el fin de obligar a ese país a desistir de su intención de adjudicar tierras en disputa en la Amazonía a los acreedores ingleses de la Independencia. Pero en 1859, se conformaron cuatro gobiernos en Ecuador: uno en Quito, al frente de Gabriel García Moreno, otro en Guayaquil, con Guillermo Franco Herrera, uno en Cuenca y otro, de naturaleza federal en Loja).
 
Castilla al ver que no existirían avances en las negociaciones con Gabriel García Moreno, inició diálogos con Guillermo Franco Herrera entrevistándose ambos en primera instancia en el vapor peruano Tumbes. Después de varios acuerdos, un ejército peruano conformado por 5.000 hombres desembarcó en territorio ecuatoriano y se prestó a tomar las haciendas de Mapasingue, Tornero y Buijo el 8 de noviembre de 1859. Finalmente, Castilla y Franco firmaron el Tratado de Mapasingue, también llamado "Tratado Franco-Castilla", el 25 de enero de 1860
 
 
El Tratado se basó en una interpretación de la Real Cédula de 1802, que separó la jurisdicción religiosa de los territorios orientales de la Presidencia de Quito y la subordinó al Virreinato del Perú. Con esa base, el Tratado reconocía la soberanía peruana sobre las tierras que Ecuador pretendía ceder. Tras la firma, Castilla regresó a su país, pero la guerra civil en Ecuador continuó. Con el apoyo del ex presidente y héroe de la Independencia general Juan José Flores, el gobierno de Quito, presidido por Gabriel García Moreno derrotó a Franco, y entró en Guayaquil el 26 de septiembre de 1860. Inmediatamente, se desconoció el tratado, pues había sido firmado por un usurpador que no ejercía el gobierno nacional, sino solamente una dictadura local en Guayaquil
 
 
En Perú, el Congreso peruano no reconoció el Tratado en 1863, por las mismas razones, por lo que nunca entró en vigencia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario