INICIO DE LA REPUBLICA
¿CUANTOS AÑOS CREES QUE TIENE EL
ECUADOR?
¿QUE RELIGION EXISTIO EN 1830?
La jornada del 13 de mayo de 1830,
fecha en la que el Distrito del Sur de la Gran Colombia (actual Ecuador) dejo
de pertenecer a la nación que mentalizo Simón Bolívar, la gran Colombia.
Al formalizarse la separación se dio
paso a organizar un estado soberano e independiente. Entonces se redactó y
suscribió el documento de separación del distrito del sur de la gran Colombia.
Enseguida, Flores como general del Distrito Sur convoco a elecciones de
diputados para el congreso constituyente en Riobamba el mismo año
CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DEL ECUADOR
TITULO 2 (DERECHOS)
TITULO 3 (GARANTIAS CONSTITUCIONALES)
TITULO 4 (PARTICIPACION Y ORGANIZACION DEL PODER)
TITULO 5 (ORGANIZAZION TERRITORIAL DEL ESTADO)
TITULO 6 (REGIMEN DE DESARROLLO)
TITULO 7 (REGIMEN DEL BUEN VIVIR)
TITULO 8 (RELACIONES INTERNACIONALES)
TITULO 9 (SUPREMACIA DE LA CONSTITUCION)
(DISPOSICIONES TRANSITORIAS)
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JUAN JOSE FLORES
Nació el 19 de julio del año
1800, en Puerto Cabello, en el estado Carabobo (Venezuela) y desde edad muy
temprana, pobre y con escasa instrucción, se sintió atraído por las milicias
entrando a combatir del lado realista, para sentir luego inclinación por la
causa revolucionaria, cuando cayó bajo su poder, ingresando como alférez. Es
así, como con tan sólo 15 años comenzó a pelear en pos de la independencia
colonial.
En 1819, fue ascendido a
Teniente Coronel, y el 1 de octubre de 1822, Simón Bolívar le concedió el grado
de Coronel. En 1823 fue nombrado Gobernador de la provincia de Pasto.
El 21 de octubre de 1824, en la ciudad de Quito, contrajo enlace con Mercedes Jijón, que lo convertiría en padre de una docena de hijos. En 1828, ya había alcanzado el grado de General en Jefe del ejército.
El 21 de octubre de 1824, en la ciudad de Quito, contrajo enlace con Mercedes Jijón, que lo convertiría en padre de una docena de hijos. En 1828, ya había alcanzado el grado de General en Jefe del ejército.
En Tarqui, el 27 de febrero de
1829, venció a los peruanos, que querían separarse de la Gran Colombia. El 11
de agosto de 1830, suscribió con ese país, en Lima, el Tratado
Pedemonte-Mosquera por el cual Perú veía reconocida su soberanía, pero sólo
hasta la rivera sur del río Amazonas.
Luego de desempeñarse como Prefecto del Departamento del Sur de la Gran Colombia, se sumó a Venezuela, en dejar trunco el sueño de Bolívar de una Gran Colombia, y el 13 de mayo de 1830 fue designado Jefe Supremo del nuevo estado de Ecuador, tras ser asesinado Sucre, a quien se veía como firme candidato para ese cargo. Las suspicacias hicieron crecer un rumor, no comprobado, que fue Flores el mentor del crimen. El mandato fue ejercido por Flores hasta el 14 de agosto, en que se convirtió en Presidente Provisional. Fue elegido por la Asamblea Constituyente reunida en Riobamba, primer Presidente Constitucional de Ecuador, el 11 de septiembre de 1830. Asumió el 22 de ese mes y año, desempeñando la Primera Magistratura hasta el 10 de septiembre de 1834, donde el país vio crecer su deuda externa ante una administración deficiente.
El 23 de septiembre de 1830 la Constitución sancionada por la Asamblea de Riobamba dividió a la República en tres departamentos: Quito, Guayaquil y Cuenca. Luego del gobierno de de Rocafuerte, el Congreso lo designó nuevamente Presidente de la República, cargo que desempeñó, eficazmente, desde el 1 de febrero de 1839 hasta el 15 de enero de 1843, con una política pacifista y liberal. Propendió a la educación, fundando escuelas, fomentó las actividades primarias y el desarrollo comercial e industrial. Mandó extender las vías férreas, y los astilleros de Guayaquil fabricaron el primer barco.
En política exterior ayudó a poner fin a un levantamiento interno en Colombia, y seguro de haber logrado suficiente consenso, logró que una Asamblea Constituyente dictara una nueva Constitución, la tercera, conocida como “Carta de Esclavitud”, donde acrecentaba su poder y se aseguraba la continuidad de su mandato, frente a la indignación de un amplio sector social.
Desde varias provincias, entre ellas, Carchi, Chimborazo, Imbabura y Pichincha, se alzaron las fuerzas en contra del gobierno, conocidas como revolución marcista (por haber sucedido en el mes de marzo de 1845) que terminó con la renuncia de Flores, que sufrió el exilio, desde donde intentó frustradamente, realizar un golpe de estado, ayudado por la reina española María Cristina de Borbón para poner al frente del estado ecuatoriano al hijo de esta, Agustín Muñoz y Borbón.
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Artículos relacionados:
- http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_Flores
- http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/flores_juan_jose.htm
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EL
QUITEÑO LIBRE
Lo peor que le puede pasar al género humano es
perder la memoria histórica; o peor aún, creer que alguien más “le dará
haciendo” su tarea; y poder así pasar a la comodidad de espectador; pero el
paso del tiempo nos regala de vez en cuando, hombres, mujeres o instituciones
que han sido referentes de lucha honesta y frontalidad; así, un 12 de mayo de
1833 circula el primer número del periódico ‘El Quiteño Libre’, semanario
impreso en la gloriosa Universidad Central, cuyos objetivos se sintetizaron en:
“La defensa de las leyes y libertades”, “denuncia de toda clase de
arbitrariedades, dilapidación y pillaje de la hacienda pública”, “defender a
los oprimidos y atacar a los opresores”.
Pedro Moncayo, Francisco Hall, Barrera, Sáenz,
entre otros, formaron parte de esta sociedad, decidida a enfrentar a un Juan
José Flores, extasiado precisamente en el pillaje de los fondos estatales.
Flores, hábil estratega, trató de halagar y comprar a los redactores del
periódico, como se había hecho con otros medios, pero al ser una tarea
infructuosa, emprendió contra El Quiteño Libre’ valiéndose de periódicos
creados por él como: ‘Gaceta del Ecuador’, ‘El amigo del Orden”, “El
Investigador”, “El Ciudadano” (¡ah no!, perdón el lapsus, éste no). Incluso en
una edición de El Investigador acusaba a los redactores del periódico opositor
de “poner en estado de inquietud a la patria”; y, siendo así, “no le queda al
Ejecutivo otro recurso que proceder, por su propia conciencia” en contra de
todos aquellos que “vejan e injurian al gobierno”. Pero no hay nada que quede
oculto a la verdad y, cuando esta cerraba el paso a los corruptos, una tropa
lanceó a los opositores cerca de la Catedral. El cuerpo de Francisco Hall
apareció colgado de un poste en San Francisco. Flores no lo presenció, no fue
testigo, pero fue el cerebro de estas matanzas; tiempo después, la joven
República presenciaba el resultado del poder absoluto, la Constitución llamada
Carta de la Esclavitud, que intentó eternizar a Flores en el poder.
REVOLUCION DE LOS CHIHUAHUAS
La llamada “Revolución de los Chihuahuas” fue
una de esas desventuradas hazañas guerreras de los primeros años de nuestra
vida republicana, y constituye uno de los capítulos más importantes de la
historia nacional. Comenzó a gestarse cuando el Congreso de 1833, en sesión a
la que no concurrió Vicente Rocafuerte -entonces diputado por la Provincia de
Guayaquil- concedió al Gral. Juan José Flores, Presidente de la República, facultades extraordinarias
para gobernar al país. Al conocer de esto, Rocafuerte dirigió una furibunda
comunicación a los miembros del Congreso que habían concedido dichas facultades
al Gral. Flores, diciéndoles, entre otras cosas: “...no puedo conformarme, ni
me conformaré jamás, con esta providencia inconstitucional, injusta e ilegal,
dictada por la facción liberticida que compone la mayoría del congreso y
vendida al infame Ministerio que oprime, veja y tiraniza al Ecuador
La llamada “Revolución de los Chihuahuas” fue una de esas desventuradas
hazañas guerreras de los primeros años de nuestra vida republicana, y
constituye uno de los capítulos más importantes de la historia nacional.
Comenzó a gestarse cuando el Congreso de 1833, en sesión a la que no concurrió
Vicente Rocafuerte -entonces diputado por la Provincia de Guayaquil- concedió
al Gral. Juan José Flores,
Presidente de la República, facultades
extraordinarias para gobernar al país. Al conocer de esto, Rocafuerte dirigió
una furibunda comunicación a los miembros del Congreso que habían concedido
dichas facultades al Gral. Flores, diciéndoles, entre otras cosas: “...no puedo
conformarme, ni me conformaré jamás, con esta providencia inconstitucional,
injusta e ilegal, dictada por la facción liberticida que compone la mayoría del
congreso y vendida al infame Ministerio que oprime, veja y tiraniza al
Ecuador”.
El Congreso -adepto a Flores- no
pudiendo responder con entereza las acusaciones de Rocafuerte, luego de
privarlo de su calidad de legislador dispuso que sea desterrado al Perú. Poco
tiempo después de haberse clausurado las sesiones del Congreso, Flores ordenó
también el destierro de 27 oficiales que habían colaborado con el Gral. Luis
Urdaneta en su intento revolucionario por derrocarlo; ante esta situación, los
afectados se confabularon y nombraron al Coronel. Pedro Mena –comandante de la
guarnición de Guayaquil- como jefe de la revolución que se inició el 12 de
octubre de ese mismo año, 1833.
Como la revolución tenía origen
militar, pero no tenía cabeza política, alguien insinuó buscar a Rocafuerte,
que por esos días marchaba desterrado al Perú. La idea fue recibida con agrado
por los revolucionarios que se movilizaron y le dieron alcance en Naranjal,
donde luego de liberarlo de sus captores fue puesto al frente de la revolución,
y de inmediato volvió a Guayaquil donde el 18 de octubre entró triunfalmente
entre aclamaciones. La revolución adoptó entonces el nombre de “Chihuahuas”,
puesto que este fue el nombre que se le diera a los simpatizantes de
Rocafuerte, en vista de que este había servido durante algunos años a las
causas libertarias en México.
Inmediatamente se reunió un Cabildo
Abierto en la Municipalidad al que asistieron los ciudadanos más respetables,
quienes procedieron a nombrar a Rocafuerte con el título de Jefe Supremo.
Guayaquil se convertía entonces en el primer bastión nacional en la lucha
contra de la dominación extranjera; y esto era natural, “El Odio que había
engendrado en las poblaciones del litoral la violenta incorporación a Colombia
en 1822, precedida y
seguida en las intrigas y excesos que ya se han iniciado, no se había
extinguido, por el contrario, se había avivado en cuantas ocasiones se
presentaban los medios para sacudir un yugo extranjero que se creía, y no sin
razón insoportable”
Para entonces el día 20
habían aparecido en Quito –colgados de los faroles- los cuerpos desnudos de
Albán, Echanique, Hall, y otros miembros de “El Quiteño Libre”, que respaldaban
la revolución en contra de Flores. Luego de que el Gral. Otamendi se tomara
Babahoyo en donde destrozó a las fuerzas revolucionarias, Flores marchó sobre
Guayaquil que el 24 de septiembre cayó sin ofrecer mayor resistencia. Mena
buscó entonces seguridad en la fragata “Colombia”, anclada en el río Guayas,
mientras Rocafuerte se asilaba en la fragata de guerra norteamericana
“Fairfield”, cuyo capitán negó la petición de extradición que le hiciera el
propio Flores.
Acosados por Flores,
Rocafuerte y Mena se refugiaron en la isla Puná donde establecieron su cuartel
general, contando con la poderosa fragata “Colombia”, fuertemente artillada, 5
goletas bien armadas y 600 hombres debidamente apertrechados. Entonces y en su
condición de Jefe Supremo, Rocafuerte decretó el bloqueo de Guayaquil, que
fracasó, y en enero de 1834 viajó al Perú en busca de respaldo económico y
militar, habiendo logrado un empréstito para la campaña y alguna ayuda militar.
Sin la dirección inteligente de Rocafuerte, las tropas revolucionarias se
desparramaron en guerrillas por las provincias de Guayas y Manabí cometiendo
toda clase de abusos y fechorías, por lo que el pueblo se resintió contra
ellas.
El río Guayas, con sus
afluentes el Daule y el Babahoyo, fueron escenarios de varias escaramuzas y
serios combates navales librados entre la “Colombia” y sus fuerzas sutiles,
contra las naves gobiernistas. Las pérdidas de vidas humanas, de una y otra
parte, fueron enormes en relación al número de combatientes; pues como sucede
en estos casos, se tomaron muy pocos prisioneros. En tierra
también se libraron sangrientos enfrentamientos, como el que protagonizaron las
fuerzas “chihuaguas” del Coronel. Agustín Franco, que en febrero de 1834
sorprendieron al comandante Cifuentes y destrozaron una columna gobiernista en
las cercanías de Yaguachi.
Ya para entonces –y
haciéndole eco a Guayaquil- la revolución había empezado a extenderse por todo
el resto del país; fue por eso que el 12 de junio Quito desconoció al gobierno
de Flores y proclamó la Jefatura Suprema del Dr. José Félix Valdivieso. Las cosas
se habían puesto muy difíciles a Flores cuando el Coronel. Mena, que veía con
recelo y envidiaba el talento de Rocafuerte, traicionó la revolución y brindó
al Gral. Otamendi –mano derecha de Flores- todas las facilidades para que invada
la isla Puná y
lo pueda tomar preso con sus principales colaboradores. El 18 de junio de 1834,
Rocafuerte y sus asistentes ya estaban en poder de Flores, y la Revolución de
los Chihuahuas llegaba a su fin.
De acuerdo con el sistema
político y militar establecido en esos primeros años de la República, Flores
pudo haber ordenado el fusilamiento de Rocafuerte acusándolo de intentar
derrocar al gobierno; pero reconociendo en él a un ecuatoriano de la más alta
valía, prefirió una reconciliación con su enemigo, a quien dio toda clase de
garantías y respaldo, y el 1 de septiembre declinó el Poder y entregó a
Rocafuerte el mando civil y militar de Guayaquil, con el encargo de ejercer
dichas funciones hasta que se instale una nueva Asamblea representada por los
tres distritos, esto es, Guayaquil, Quito y Cuenca. Al retirarse
Flores de la presidencia, la República del Ecuador, nacida bajo sus auspicios,
quedó abocada a una de las peores crisis de toda su historia, pues dos
voluntades de poder quedaron frente a frente: la de los viejos autonomistas
quiteños, con Valdivieso a la cabeza; y la de los guayaquileños, con
Rocafuerte... Ambos grupos eran
caudillistas; se habían apoyado en fuerzas extranjeras, o consideradas como
tales; no ofrecían nada y lo pedían todo... el país quedó fraccionado, al borde
mismo de una nueva guerra civil” Para entonces, casi todo el país estaba en
manos de los “restauradores” y Rocafuerte era apenas Jefe Supremo de Guayaquil;
pero Flores, acostumbrado a convertir derrotas en fulminantes triunfos,
reorganizó su ejército que estaba casi desarticulado invitando a la juventud
guayaquileña a formar parte de él, y al mando del llamado “Ejército
Convencional”, marcho hacia el interior para enfrentar al ejército de Quito que
-al mando del Gral. Isidoro Barriga- avanzaba hacia la costa para someter al
último bastión que se mantenía autónomo: Guayaquil. Poco a poco, durante seis
meses, Flores obligó a los “restauradores” a replegarse hacia la sierra, hasta
que el 19 de enero de 1835, en los campos de Miñarica, cerca de Ambato, los
ejércitos de los generales Flores y Barriga libraron la batalla que definió el
destino del país. Ese día, Flores triunfó, y Rocafuerte fue confirmado como
Jefe Supremo de la República.
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VICENTE ROCAFUERTE
Nació en Guayaquil, el 1 de mayo de 1783, en el seno de una familia de
clase alta, constituida por el capitán Juan Antonio de Rocafuerte y doña Josefa
de Bejarano y Lavayen.
Se educó en los mejores colegios europeos, desde la edad de 10 años,
incluyendo una estadía en Madrid, donde se formó en el colegio de nobles y
luego se perfeccionó en el colegio San Germán, de París estudios que
complementó en 1807.
En 1808, regresó a su patria, cuando las ideas revolucionarias comenzaban a
encenderse. El 10 de agosto de 1809, se produjo la revolución quiteña, que creó
una Junta de Gobierno que duró tres meses, pero que iniciaba la gesta de la
emancipación con respecto al dominio español. Sin embargo, surgían lazos con la
Gran Colombia, concretados luego de la batalla de Pichincha, el 24 de mayo de
1822, donde se afianzó la libertad con respecto a la Metrópoli. Los lazos con
la Gran Colombia se romperían en 1830.
Fue Alcalde de Guayaquil, y diputado por ella, en 1813 ante las Cortes de
Cádiz. Allí, protagonizó un incidente, al negarse a besar las manos del rey, y
fue puesto preso. Logró evadirse hacia Francia y recorrió todo el continente
europeo.
En 1816, partió hacia La Habana (Cuba) y desde allí, de regreso a Guayaquil. En 1819 fue a Lima, trabajando en la comercialización de tabaco, y posteriormente se radicó en Cuba, donde abrazó el oficio de periodista. Luchó fervientemente para liberar a las colonias americanas de la dominación hispánica, participando en misiones secretas, como la que realizó en España en 1820, para indagar las posibilidades de la revolución, y sus acciones en México, donde sufrió la cárcel por sus escritos polémicos: “Ensayo sobre la tolerancia religiosa” y el “Fénix de la libertad”.
Se trasladó a Colombia, donde se distanció de Simón Bolívar, que anhelaba
una América unida, y obtenida ya la separación definitiva de Ecuador de la Gran
Colombia, en 1830, en 1833, se instaló en Guayaquil. Una vez lograda la
emancipación, el Congreso Nacional, lo contó como diputado por la provincia de
Pichincha. El presidente Juan José Flores, recibió por parte del Congreso,
facultades extraordinarias, lo que originó con Rocafuerte serias disputas, que
motivaron que Flores lo exiliara en Perú.
Vuelto a Ecuador, el 20 de septiembre de 1833 fue designado Gobernador de
la Provincia del Guayas. Sin embargo, los conflictos con el presidente Flores
continuaron, y tras ser vencido en la isla de Puná y encarcelado, pactó con el
Jefe de estado una salida beneficiosa para ambos. Flores completaría
pacíficamente su gobierno, luego del cual asumiría Rocafuerte, mientras Flores
proseguiría en el mando militar. El 18
de septiembre de 1834, fue designado por Guayaquil, Jefe Supremo hasta la
reunión del Congreso, que se concretó el 22 de junio de 1835, en Ambato. Fue
excomulgado por excluir al clero
de esta convocatoria. Lejos de amedrentarse, condenó al destierro a numerosos
miembros de la iglesia.
Tal como fuera previsto, Rocafuerte asumió, luego de su designación
interina, como Presidente constitucional, ejerciendo el poder entre 1835 y
1839. Hombre de carácter fuerte no dudó en actuar con todo rigor frente a sus
opositores, dictando una nueva Constitución en 1835, y realizando una política
seria y responsable en materia educativa, creando escuelas, entre ellas, un
colegio para mujeres, la Escuela Náutica de Guayaquil, el Colegio Militar de
Quito, museos, mejorando la calidad de las cátedras universitarias, acordes a
los nuevos tiempos, construyendo caminos, vías, iglesias, la Guardia Nacional,
una Compañía de Bomberos en Guayaquil, protegiendo la industria, el comercio y
la población aborigen.
En 1839, Flores ocupó el mando nuevamente, y Rocafuerte, el cargo de
gobernador de Guayas. Participó en la discusión de la reforma constitucional de
1843, conocida como “Carta de Esclavitud”, que perpetuaba a Flores en el poder,
permitiendo su continuidad por otros ocho años, a lo que se opuso con energía,
y cuando Flores asumió por tercera vez, Rocafuerte se exilió en forma
voluntaria, en Lima. El 6 de marzo de 1845, junto a Vicente Ramón Roca,
lograron vencer a Flores.
La presidencia fue ocupada por Roca, en 1845, quien nombró a Rocafuerte,
delegado en varios estados de Sudamérica. Su deceso se produjo en Lima, donde
ejercía como Ministro Plenipotenciario de Ecuador, el 16 de mayo de 1847.
Lee todo
en: Vicente Rocafuerte | La guía de Historia http://www.laguia2000.com/ecuador/vicente-rocafuerte#ixzz2mfmtGDM3
PERIODOS
PRESIDENCIALES
1) PRIMER PERIODO
2) SEGUNDO PERIODO
3) TERCER PERIODO
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BATALLA DE MIÑARICA
El 18 de enero de 1835, después de que se movió con
buena táctica por el lado occidental de la cordillera, Flores engañó a Barriga
con un falso movimiento hacia Latacunga, obligándolo a salir de sus posiciones,
volvió a tiempo para ocupar Ambato, abandonada por el enemigo, y escogió su
campo en los arenales de Miñarica, desde donde se parapetó tras una colina...
Flores tenía menos hombres. En total, no llegaban
ambos ejércitos a tres mil. Y hubo novecientos muertos. En realidad, una vez
lanzada la carga final y sorpresiva, cuando los soldados de Barriga trepaban la
colina, Miñarica fue un campo de carnicería, más que de batalla, en el que el
General mulato Juan Otamendi se distinguiría como siempre por su ferocidad.
Sin embargo, Miñarica es una de las grandes fechas
del calendario de nuestra nacionalidad, pues, de no haber vencido Flores ese
día, más que probablemente el Estado ecuatoriano hubiera desaparecido entre
Colombia y el Perú.
Alfredo
Pareja Diezcanseco Ecuador, Historia de la República, Tomo I, p. 88
FUENTE:
https://sites.google.com/site/wikiecuador/home/leyendas-historias-cuentos-del-ecuador/la-batalla-de-minarica
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CARTA DE ESCLAVITUD
EL
MOVIMIENTO MARCISTA
La
Revolución marcista, también conocida por varios autores como la Revolución de
Marzo o la Revolución de 1845, se desarrolló entre el6 de marzo y 17 de junio de 1845 y fue un movimiento armado revolucionario en Ecuador que enfrentó a las fuerzas en apoyo al presidente Juan José Flores y a las facciones rebeldes opositoras marcistas. Esta revolución es el primer movimiento armado que se dio en el país desde su creación en 1830. Se inició en la ciudad de Guayaquil y finalizó en la hacienda La Virginia en los alrededores de Babahoyo. La revolución se inició el 6 de marzo en Guayaquil debido a la mala administración del general Juan José Flores en calidad de presidente de la nación. Los personajes principales dentro de la organización del movimiento fueron Vicente Ramón Roca, Diego Noboa y José Joaquín de Olmedo
También se encuentra la
figura de Vicente
Rocafuerte,
aunque varias veces hubo diálogos entre él y Flores y cual en repetidas
ocasiones hubo alianzas entre ellos, fue uno de los pilares principales para el
derrocamiento de Flores. El movimiento armado estuvo liderado por el general Antonio Elizalde, sin embargo luego a nivel
nacional tomaría gran importancia las acciones de José María
Urbina y Viteri.
Después de la derrota que
sufrieron las fuerzas floreanas bajo el mando de Carlos
Wright en la
hacienda La Elvira, Flores tuvo que rendirse tras la creación de un gobierno
provisional en todo el país que desconocía su autoridad por medio del golpe de estado. Finalmente el 17 de junio se firma un tratado por lo cual
quedó oficialmente asentada la capitulación de Flores, y marcaría el inicio de
una nueva forma de gobierno en el país de carácter civilista-militar conocida
como período marcista.
Durante el triunvirato se convocó a una Convención Nacional (asamblea constituyente) en la ciudad de Cuenca. La Convención Nacional estuvo presidida por Pablo Merino y redactó la cuarta constitución de Ecuador, reemplazando a la "Carta de la Esclavitud". Finalmente el 29 de octubre se dictó la nueva carta magna y se anularon los Tratados de la Virginia con el general Flores. La bandera nacional sufrió cambios menores en aquel año.
La decisión de anular los tratados causó que el general Flores tratase de invadir al Ecuador con ayuda de España, lo cual no prosperó al no conseguir el apoyo requerido. El triunvirato se disolvió el 8 de diciembre cuando se eligió para la presidencia a Vicente Ramón Roca, al haber sido electo por la asamblea con 27 votos a favor, contra los 13 restantes que fueron otorgados a José Joaquín de Olmedo.
El gobierno de Roca inició la etapa civilista del período del marcismo la cual duró solo 5 años hasta la llegada del general José María Urbina al poder, con lo cual se reinstauró el militarismo (aunque nacional, a diferencia del extranjero del floreanismo) tras un golpe de estado a Diego Noboa en 1851. Sin embargo el período marcista duraría hasta 1861, tras la llegada a la presidencia de Gabriel García Moreno, con lo cual se instauró un nuevo modelo de gobierno de carácter conservador.
Las
causas que determinaron la preparación del movimiento fueron los repetidos
errores políticos de Flores y su abierta actitud regionalista dirigida a
impedir el desarrollo armónico de la Costa, incluido Guayaquil
EL CONVENIO DE LA
VIRGINIA
Como
consecuencia de la Revolución Marcista y
del Combate de La Elvira con que
se puso fin a la dominación política y militar del Gral. Juan José Flores, se
celebró en la hacienda La Virginia
-propiedad del Dr. José Joaquín Olmedo- una entrevista entre las partes
beligerantes, que acordaron firmar un convenio o tratado que pusiera fin a las
luchas armadas, garantizando la paz entre ambos bandos y, sobre todo, la
situación del ejército y las personas que habían servido al régimen floreano.
En
efecto, el 17 de junio de 1845, con la intervención de los señores Pablo
Merino, Pedro Carbo y Juan Francisco Millán, por el Gobierno Provisional de
Guayaquil; y los señores Juan Hipólito Soulín, Carlos Vincendon y Francisco
Gaviño, a nombre del Gral. Flores; se firmó un tratado o convenio que en sus
artículos fundamentales establecía que:
«...Los generales, jefes y oficiales de las fuerzas
del mando del Gral. Flores, que el Gobierno Provisorio no considere necesarios
al servicio, se retirarán a sus casas o al punto que mejor les convenga
establecerse, con los honores que les corresponde y sus pensiones, según sus
letras de cuartel o retiro...
...Ninguna persona será molestada por sus opiniones
pasadas, ni por los servicios que hubiese prestado a los beligerantes...»
Al
día siguiente este convenio fue ratificado por los señores José Joaquín Olmedo,
Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, miembros del Gobierno Provisorio, y por el
propio Gral. Flores, destacándose, en la parte referente a la situación
particular de Flores lo siguiente:
«...garantizar su empleo de General en Jefe, sus
honores y rentas...
...garantizar sus propiedades particulares...
...proporcionarle la cantidad de veinte mil pesos
para que pueda subsistir en Europa durante dos años...
...guardar a su familia las debidas consideraciones
y pagar a su legítima esposa la mitad del sueldo que disfruta...
y la seguridad de que pasados los dos años de
espontánea ausencia del país, pueda volver a él, sin que se oponga el menor
embarazo...»
Desgraciadamente para los
gestores de la Revolución Marcista,
ninguno de los puntos establecidos en estos convenios fueron respetados y, por
el contrario, los quince años de gobiernos marcistas, sucedidos entre 1845 y
1860, persiguieron implacablemente al «Padre de la Patria», a quien le negaron
inclusive el grado de General que legítimamente había alcanzado en las luchas
por la independencia. La persecución en su contra alcanzó a su familia, que fue
desterrada, y a sus bienes, que le fueron incautados.
FUENTE: http://www.enciclopediadelecuador.com/temasOpt.php?Ind=2407&Let=
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DIEGO
NOBOA ARTEAGA ( 1789 - 1870)
"El movimiento de 1851
contra Noboa fue la derrota del civilismo y la negación de los fundamentos del
Seis de Marzo". (Julio Tobar Donoso)
PRESIDENCIA DE DIEGO NOBOA Y ARTETA Jefe Supremo de Guayaquil: 2 de marzo a 7 de diciembre de 1850. Presidente Interino: 8 de diciembre de 1850 a 25 de febrero de 1851. Período Presidencial: 26 de febrero a 12 de septiembre de 1851. Primera Dama: Josefa Carbo Noboa. Vicepresidente: el cargo fue abolido en la Constitución de 1851.
Diego Noboa
UN HOMBRE JUSTO
Diego Noboa fue "un hombre justo, que tuvo la sencillez de la paloma sin poseer la malicia de la serpiente. Cometió la grave falta de desconocer su incompetencia y dejarse tentar por el mando -prestando su nombre para que sirviera de pantalla al astuto". Así lo juzga Jacinto Jijón y Caamaño, ideólogo del Partido Conservador.
Noboa nació en Guayaquil en 1789, "un día que Dios estuvo enfermo, grave". Su padre, Ignacio Noboa, era coronel de infantería de Milicias. Ana de Arteta, su madre, tenía vínculos de sangre con familias quiteñas que idolatrarían a Flores. Intervino con tal fervor en la revolución del Nueve de Octubre de 1820 que le comisionaron para organizar la Junta de Gobierno en Manabí Obtuvo la administración de Renta de Tabacos, pasó a la de Alcabalas y llegó a contador Mayor del Departamento del Guayas en la Gran Colombia. Cuando fungió de comisario de Guerra y Marina en 1824, envió tropas para sellar la independencia de Perú y fue condecorado por el Congreso de ese país. Sirvió a la República como senador en varias legislaturas y en la de 1839 presidió el Senado. Integró el Gobierno Pro- visorio constituido a raíz de la Revolución Marcista. Quiso entrar por la puerta a la presidencia de la República en 1849, pero no consiguió los votos necesarios. Le cupo entrar por la ventana. Con su nombramiento de jefe supremo del Guayas, en marzo de 1850, se trizó el espejo de la unidad nacional marcista. De nuevo había dos naciones, dos gobiernos contrapuestos. Noboa y Ascásubi buscaron un arreglo pacífico que no cuajó. Entre sobresaltos guerreros las provincias se iban pronunciando por Noboa.
PRESIDENCIA DE DIEGO NOBOA Y ARTETA Jefe Supremo de Guayaquil: 2 de marzo a 7 de diciembre de 1850. Presidente Interino: 8 de diciembre de 1850 a 25 de febrero de 1851. Período Presidencial: 26 de febrero a 12 de septiembre de 1851. Primera Dama: Josefa Carbo Noboa. Vicepresidente: el cargo fue abolido en la Constitución de 1851.
Diego Noboa
UN HOMBRE JUSTO
Diego Noboa fue "un hombre justo, que tuvo la sencillez de la paloma sin poseer la malicia de la serpiente. Cometió la grave falta de desconocer su incompetencia y dejarse tentar por el mando -prestando su nombre para que sirviera de pantalla al astuto". Así lo juzga Jacinto Jijón y Caamaño, ideólogo del Partido Conservador.
Noboa nació en Guayaquil en 1789, "un día que Dios estuvo enfermo, grave". Su padre, Ignacio Noboa, era coronel de infantería de Milicias. Ana de Arteta, su madre, tenía vínculos de sangre con familias quiteñas que idolatrarían a Flores. Intervino con tal fervor en la revolución del Nueve de Octubre de 1820 que le comisionaron para organizar la Junta de Gobierno en Manabí Obtuvo la administración de Renta de Tabacos, pasó a la de Alcabalas y llegó a contador Mayor del Departamento del Guayas en la Gran Colombia. Cuando fungió de comisario de Guerra y Marina en 1824, envió tropas para sellar la independencia de Perú y fue condecorado por el Congreso de ese país. Sirvió a la República como senador en varias legislaturas y en la de 1839 presidió el Senado. Integró el Gobierno Pro- visorio constituido a raíz de la Revolución Marcista. Quiso entrar por la puerta a la presidencia de la República en 1849, pero no consiguió los votos necesarios. Le cupo entrar por la ventana. Con su nombramiento de jefe supremo del Guayas, en marzo de 1850, se trizó el espejo de la unidad nacional marcista. De nuevo había dos naciones, dos gobiernos contrapuestos. Noboa y Ascásubi buscaron un arreglo pacífico que no cuajó. Entre sobresaltos guerreros las provincias se iban pronunciando por Noboa.
Quito lo hizo el 10 de junio. "Las sagradas leyes de la moral son
igualmente severas con todos los partidos políticos, y cualquiera que sea aquél
que para derrocar una autoridad legítima apelare a las peligrosas vías de
hecho, merecerá siempre la justa reprobación del hombre de bien",
sentenció Ascásubi al dejar el poder. Su retiro parecía abrir el camino de la
paz, pero no fue así. Azuay, Loja y Manabí se adhirieron al pronunciamiento de
Guayaquil el 14 de junio, pero dieron el mando al general Elizalde. Otra vez se
enfrentaban dos autoridades supremas. Primó, empero, el sentido común y ambos
jefes de Gobierno se comprometieron a convocar una Convención para el 8 de
diciembre en Quito ("Convenio de La Florida", a orillas del Daule).
La Convención eligió a Noboa presidente interino por 23 votos contra dos de
Elizalde y promulgó la quinta Carta Política, inspirada en un proyecto escrito
por Pedro Carbo, sobrino de Noboa. De esa Carta dijo Urvina que "era un
compendio incoherente de todas las constituciones que han podido traerse a la
mano". Sancionada la Constitución, Noboa fue ratificado en su cargo el 26
de febrero de 1851. Noboa desterró a los roquistas, entre ellos al ex
presidente Roca y al general Elizalde. Suprimió del escalafón a 163 militares,
expulsó del Ejército a los elizaldistas y los reemplazó con militares floreanos
caídos en desgracia. Tras "la cruz" del devoto Noboa estaba el
"diablo" de Urvina ocultando su cola serpentina, aparentando
neutralidad, preparando su ascenso al poder, difundiendo rumores de que Noboa
iba a resucitar el floreanismo. En efecto, Flores acababa de llegar a Lima. El
presidente peruano general José Rufino Echenique le había otorgado una pensión
de subsistencia y lo apoyaba en los proyectos de invadir Ecuador. Echenique
temía "el rojismo anticlerical" de Nueva Granada y de Urvina. Los
temores de Echenique se confirmaron cuando el presidente colombiano José
Hilario López expulsó de la Nueva Granada a los miembros de la Compañía de
Jesús (jesuitas). García Moreno, que había hablado en Panamá con algunos de los
desterrados, los persuadió de que serían bien recibidos en Ecuador. El pueblo y
la aristocracia se alegraron con la llegada de los padres; pero no algunos
clérigos y políticos, entre éstos Urvina. Los unos recordaban admirados la obra
educativa de los jesuitas en la Colonia y las famosas misiones del Marañón. Los
otros traían a la memoria la avidez de los jesuitas que los había convertido en
los más grandes latifundistas de la Real Audiencia de Quito, razón por la que
temían que los compañeros de Jesús se constituyeran en el soporte ideológico
del conservadorismo. Noboa solicitó a la Convención que autorizara la admisión
de los jesuitas. Y así se hizo. Regresaban al país a los 84 años de haber sido
expulsados de la Audiencia por el liberal e ilustrado Carlos III de España. El
presidente López temía que los jesuitas admitidos en Ecuador apoyaran a los
conservadores colombianos que conspiraban contra su gobierno. Al saber que
Noboa había ayudado a dos de esos conspiradores en Pasto y admitido a los
jesuitas desterrados, obtuvo el 16 de mayo de 1851 autorización del Congreso
Neogranadino para declarar la guerra a Ecuador. Noboa envió una circular a las
cancillerias de Perú, Bolivia y Chile para formar un frente común contra López.
En junio de 1851 el Congreso le otorgó las extraordinarias so pretexto de la
amenaza de guerra. Urvina vio que la fruta estaba por caer: aduciendo que Noboa
había comprometido la integridad nacional, se proclamó, apoyado por la
guarnición de Guayaquil, jefe supremo de la República el 19 de julio de 1851.
Noboa terminó su mandato ingenuamente. Viajaba a Guayaquil y no alcanzó a
llegar a la ciudad. Lo apresaron en el barquito en que habla zarpado de
Babahoyo y lo llevaron sin más complicaciones a un buque norteamericano que lo
depositó en Callao. Cuatro años después regresó del destierro, pero nunca más
volvió a la política. Murió el 3 de noviembre de 1870 a los 81 años de edad.
¿FUE POSITIVO O NEGATIVO ESTE PERIODO DEL ECUADOR?
José María Urbina
(Quito, 1808 - Guayaquil, 1891) Militar y político
ecuatoriano, presidente de la República entre 1851 y 1858. Cuando contaba con
apenas trece años, abandonó el colegio y marchó a Guayaquil para ponerse a las
órdenes del general Illingworth.
Permaneció por algún tiempo en la Escuela Naval,
desde donde salió para ingresar en la Comandancia del Apostadero; más tarde
sirvió de nuevo a las órdenes de Illingworth en el sitio de El Callao y con el
general Wright a bordo de la goleta Guayaquileña, en la que resultó herido en
un combate naval el 31 de agosto de 1828 y fue ascendido a alférez.
Participó en la campaña contra Urdaneta, y
posteriormente fue enviado a Bogotá como miembro de una misión diplomática.
Permaneció en esta ciudad hasta 1837, fecha en la que fue retirado por el
presidente Rocafuerte. De regreso en Ecuador, y despechado por su cese, fraguó
junto a Otamendi una conspiración que fue descubierta, lo que le valió el
destierro a Nueva Granada.
En 1839 regresó a su país y fue elegido gobernador
de la provincia de Manabí. Desde este cargo, participó en la revolución del 6
de marzo de 1845 al frente de las tropas que detuvieron la contrarrevolución.
Tras el derrocamiento de Juan José Flores y el ascenso al poder de Vicente
Ramón Roca, Urbina fue designado como ministro general del Guayas y senador
suplente por Manasí.
En 1850 dirigió una nueva revuelta que depuso a
Manuel Ascásubi. Fue entonces elegido como jefe supremo de la República entre
1851 y 1856. Durante su mandato presidencial, se abolió la esclavitud; se
rechazó la invasión de Flores de 1852; se realizó un acuerdo equitativo de la
deuda exterior del país con Gran Bretaña y se respetó la libertad de imprenta.
Cuando en 1861 Gabriel García Moreno fue elegido
presidente de la República, Urbino tuvo que exiliarse en Perú. Desde allí
intentó sin éxito invadir Ecuador en 1865, por lo que tuvo que regresar a Perú,
donde permaneció hasta un año después de la muerte de García Moreno, en 1875.
Bajo la presidencia de Ignacio de Veintemilla Urbina fue nombrado general en
jefe y director de la Guerra, y se puso al frente del ejército revolucionario
de Veintemilla.
En
1878 fue elegido diputado para la Asamblea Constituyente y presidente de la
misma. En 1882 Veintemilla se hizo proclamar dictador, lo que causó el rechazo
de Urbina, que en protesta se retiró de la vida política. Casi una década después
murió en Guayaquil.
FRANCISCO ROBLES
Séptimo presidente que gobernó constitucionalmente el Ecuador.
Periodo Presidencial.- Desde el 16 de Octubre de 1856 al 01 de Mayo de 1859.
Biografía.- Nació en Guayaquil el 05 de Mayo de 1811. En 1856 las Juntas
Electorales eligieron al Gral. Robles como presidente en un claro sufragio
fraudulento corroborado por su aliado y amigo el Gral. Urbina (presidente
saliente) a quienes incluso los denominaban los hermanos gemelos. Su
administración empezó a tambalear al momento que se supo que cedió derechos por
un millón de hectáreas de la costa y Amazonía ecuatoriana al gobierno Ingles
con el fin de pagar las deudas contraídas con ese país para la emancipación, lo
que provoco ataques dirigidos por el Congreso Nacional encabezado por García
Moreno, además esta actitud de Robles trajo mas reclamos del gobierno del Perú
quien consideraba suyo los territorios Amazónicos. E inmediatamente comenzó la
invasión hacia nuestro territorio. Robles traslado su gobierno a Guayaquil como
estrategia para evitar la invasión peruana; aprovechando esta situación en
Quito se establece un gobierno provisional dirigido por Gabriel García Moreno,
Jerónimo Carrión y Pacífico Chiriboga, desconociendo al gobierno de Robles. Así
Robles y Urbina se ven abandonados renuncian a sus cargos y se exilian en
Chile. En Guayaquil el Gral. Guillermo Franco (compadre de Robles) se proclama
Jefe Supremo con la ayuda del Presidente peruano Ramón Castilla y firman un
tratado que reconocía a favor del Perú vastos territorios Amazónicos, sin
embargo el Congreso peruano no reconoció mencionado tratado por cuanto la situación
de nuestro Ecuador era tan precaria que incluso hubo conversaciones entre los
gobiernos de Colombia y Perú para la repartición de nuestro territorio, de esta
forma García Moreno pidió el protectorado del Ecuador a Francia pero esta no
aceptó, de esta forma comienza la lucha contra Franco y Castilla encabezada por
el propio García Moreno pero la situación era tan desfavorable que olvidando
viejos rencores recurre a la ayuda del Gral. Juan José Flores quien brindas su
contingente logrando vencer a los enemigos. Murió en Guayaquil el 07 de Marzo
de 1893.
Obras importante.- Construyó varia obras
marítimas y carreteras. Fundó el Instituto Científico de Latacunga en 1857, el
Loja el Colegio la Unión; el Instituto de Señoritas Loja en 1858; los Colegios
Bolívar de Ambato y Benigno Malo de Cuenca; se multiplicaron los planteles de
instrucción primaria. Pero no mejoro la calidad de la educación. Dispuso que
los abogados de pobres y agentes fiscales debieran defender gratuitamente al
indio del interior. Se establecieron las hermanas de la Caridad. Fue aprobado
el código civil que entró en vigencia en 1861. Después del terremoto que asolo
a Quito en marzo de 1859, Robles dispuso la reparación de los daños causados
FUENTE: http://ecuadorpresidencial.blogspot.com/
En 1857, el gobierno ecuatoriano encabezado por Francisco Robles celebró
un convenio con sus acreedores británicos adjudicándoles en pago territorios de
Quijos y Canelos, que Perú reconocia como suyos, de acuerdo a la Real Cédula de 1802 y
el tratado Larrea - Gual firmado con la Gran Colombia. Tras varios intercambios
de notas la situación se puso tensa y se llegó al rompimiento de relaciones
diplomáticas. Esto, sumado a otros asuntos internos, hacen que el
presidente Francisco Robles renuncie
a su cargo el 1 de mayo de 1859, dejando inestabilidad política en el
país, con lo cual se crean varias Jefaturas Supremas. En medio de la crisis
interna, las fuerzas navales peruanas bloquean el Golfo de Guayaquil y
varios otros puntos en el Ecuador.Gabriel García Moreno toma
el liderazgo desde Quito, mientras que Guillermo Franco Herrera asume
el poder desde Guayaquil.
El presidente peruano Ramón Castilla intenta conferenciar con García
Moreno, sin éxito. Tras el bloqueo naval peruano y la ocupación de Guayaquil el
7 de enero de 1860, el presidente Castilla dialoga con Guillermo Franco, Jefe
Supremo del Guayas, a quien luego reconoce como presidente del Ecuador y
firma el Tratado de Mapasingue el
25 de enero de 1860, en el cual se reconocía como peruanos los territorios
dados en pago a los britanicos, por lo que todas las tropas expedicionarias
peruanas regresaron al Callao el 19 de febrero de 1860, dejando a las fuerzas de Franco tres mil
fusiles de aguja, uniformes y zapatos.
Acusando de
traidor a Franco, García Moreno preparó al ejército y obtuvo ayuda de su
anterior enemigo, el general Juan José Flores, y
estalló una guerra interna en el Ecuador. Tras varios enfrentamientos bélicos,
las fuerzas de García Moreno logran acordonar a las tropas de Franco en
Guayaquil, dándose la batalla final en dicha ciudad.
El presidente Ramón Castilla, al ver que
no existirían avances en las negociaciones con García Moreno, inició diálogos
con Guillermo Franco entrevistándose
ambos en primera instancia en el vapor peruano Tumbes. Después de varios
acuerdos, un ejército peruano conformado por 5.000 hombres desembarcó en
territorio ecuatoriano y se prestó a tomar las haciendas de Mapasingue, Tornero
y Buijo el 8 de noviembre de 1859. Posteriormente,
el 7 de enero de 1860, las tropas peruanas ocupan Guayaquil. Finalmente,
ambos mandatarios firmaron el Tratado de Mapasingue,
también llamado "Tratado Franco-Castilla", el 25 de enero de 1860.
FUENTE: http://razonyfuerza.mforos.com/549916/11028236-invasion-peruana-a-guayaquil-1860/
LINEA DEL TIEMPO DE LA HISTORIA
REPUBLICANA


























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